Recuerdo que cuando daba clases mis alumnos tenían una pregunta recurrente ¿qué es lo mejor? y esta pregunta se podía aplicar a la cámara fotográfica que debían comprar, a la técnica de iluminación que debían encontrar para lograr su fotografía o a las recomendaciones relacionadas a algún estilo fotográfico.
También recuerdo que se reían de mi porque siempre les daba la misma respuesta.
– Depende, depende de lo que quieras hacer
Hacer fotografía es un balance entre la técnica y la expresión interior
No hay más, a pesar de que el mundo fotográfico se llena de personas que dicen que para que un retrato sea bueno hay que iluminar con una lámpara posicionada por arriba de la nariz del sujeto o que la luz debe estar a las 12 o a las 11 o a las 2 (haciendo referencia a las manecillas del reloj) yo me preguntaría que hay de los retratos antes de la fotografía como los de Adam de Coster pintor flamenco en los que el dramatismo les da una atmósfera que los hace únicos.
Creo que las escuelas que enseñan oficios deberían considerar fomentar el lado creativo y expresivo por encima del uso de las herramientas y reglas, eso haría profesionales más libres dispuestos a crear y usar la profesión como un medio para compartir formas de ver el mundo y no un listado de reglas a cumplir cuando se hace una fotografía.
No digo que la técnica no sea importante, de hecho lo es, pero creo que debe haber un balance en el que las actuales escuelas y tutoriales encontados en medios electrónicos consideren que el aprendiz de fotografía debe alimentar de igual manera el aspecto técnico y el cultural.
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